jueves, 18 de septiembre de 2014

Salomón Valderrama: "Quisiera ser inocente en un planeta inocente"



Salomón Valderrama es, desde hace buen tiempo, una de las voces jóvenes poéticas más importantes en el Perú. Una voz que se emerge aislada tal vez por su excentricismo y un trance que solo el poeta puede conceder. Una voz que ha llegado al punto de madurez, y se halla ahora en una zona de experiencia y expresión, de las que los invito a ser testigo. Una voz que es paciente, persistente y sobretodo disciplinada, virtud de la que carecen los poetas de nuestros tiempos. 



Un cuadrado desnudo para mi selva



Qué puedo hacer, no lo sé: mis deseos son dobles.
Safo de Lesbos


Tu rostro se erige maldito
Como son malditos los hombres sin rostro
Los que nos mandan la muerte
Los que inventaron en una palabra
La mano de dios

Tu rostro
Ese voraz argumento
Donde penetro
Cada vez que quiero partir más allá del penetrar solamente
A tu sexo jamás compartido conmigo
Por alguna vez haberte violado

Tu rostro
La febril marea que me sujeta
A regalar mi mano ensangrentada al ángel
Que será para ti ya la extraordinaria manera para atravesar
La ciudad vertida en el color de tu vagina
Afeitada con mis dientes
Negros de la ausencia
Ya que jamás estuviste tan perversa
Como en la ausencia de mi ubérrima calatés





El juguete que es la palabra
 
 
Me miran los ojos el cielo
Despertar sin vértebras sin estructura
La piel está en su eternidad
Se suaviza hasta perderse en la memoria
Existía no existía
Emilio Adolfo Westphalen
 
 
La palabra juega
Para sí misma
Como juegan
En sus juegos
Las bestias sin palabras
 
En la ruta del pájaro
Que siempre es él
Como pájaro ajeno a la palabra
 
Entonces la palabra
Se revuelca de memoria
Como se revuelcan los que acaban
Olvidando las palabras
 
En la copla del viejo cantor
El eternamente joven
Que ya parece despistado–
 
En la imprecación
Se transforma
Un llamado sencillo
Que no perdona el olvido
Que no ahoga las lágrimas
En una despedida sorda y ciega
Ya para entonces Muda
Como la misma palabra
La que se aleja
De la bestia
De su juego
Del miedo de ser
Olvidada
 
Ella misma se inventa en la guerra
Ella misma es el invento que juega
 
Tan vieja
Como la misma palabra –palabra–
Como la misma guerra –guerra–
Como el mismo hombre –hombre–
Como la misma bestia –bestia–
 
Y los niños también juegan
Los niños juegan a la guerra–
Con sus juguetes
Petálicos, fálicos...
De hombres
Hacen la guerra
Donde juegan
Con sus juguetes
Metálicos, matálicos...
 
Y donde la guerra fue juego
Ahora ya es el juguete
Del niño viejo
Aquel que quiere inventar la última palabra
Fin
 
 



Facción de imperdido al arte



Las aguas ferrosas que calentaban tu cuerpo
tenían colores de serpiente plana,
y la tierra se había descocido en sus espacios,
y llevábamos nuestra infancia
como un estandarte sin sombras…
Rodolfo Hinostroza


Para una falsa Afrodita me pintaré
Maniatado
Y todavía a tres guardianes portentos
Eyacularé las cuatro veces seguidas

Acaso entregado con rampas de 73 metros al suelo
Para cuando me vea estará enamorada
La asentada parcela que me toca recibir de tus ojos

Eso con lo que el violín se ha tocado
El eterno

Entonces ellos eunucos escarbando hallarán
Las onduladas praderas inventadas por mí
Los nombres lejanos de la mantis re-religiosa
De otra aventura cruzando en Macondo

A la estación espacial peruana

In honor motores baquianos
Donde estuve al clamor por mi padre
El gran Velázquez del cuadro
Los inacabados cielos
Actuando en una cinta lila de Borges

Espero indumentarias de rojo con negro
Mejor Rojo y Negro
Actuar de nexos brutales

El actual paraíso en mí como único hombre de esta pampa
Como jamás un único nunca imperdido





La noche gradia



A los cuarenta estoy con un palmo de nariz.
Me apena haber leído tanto y no haber consumado
el placer. Regenta de mi cuerpo, de esta piel bajo la
que fluye aceite.
Carmen Ollé


Al caminar siempre dejamos
El rastro negro de la inocencia perdida

En esta noche gradia sin sombras de día y de hora
De vuelo o de algo más escarlata

El galope de las hembras sobre el vidrio

Cuando se cae de la boca y tienes que chupar
Al estirar la lengua e inclinar los ojos
Y doblarte perfectamente
Para no permitir la elevación cruel de un dolor que ya no duela

Y miras a la luna como desnuda en su franja roga
Pues es la hora del eclipse

Cuando la luna fabrica su venganza
Cuando le arrancha al sol el día
Cuando copula impunemente al amante entre Sol y Tierra

Tres para hacer la orgía del brazo séptimo de la Vía Láctea
Y hacer girar con ella el poema en sexo

Génesis de la inocencia tardía en seso
El alimón cuadrado
Que en todo animal está naciendo al caminar
Siempre detrás de la inocencia
De la franja roga gradia y perdida






Para no ver un asesinato en la calle o
Que sueñen con un santo (asalto) llamado poesía


Al único amor sin pena sin dicha sin retorno
Al porvenir de los dementes
A los sepultureros a los alegres compañeros de presidio
Al punzante al ardiente recuerdo del tatuaje
A mi amada muerta
A quienes dudan todavía
César Moro


Quisiera ser inocente en un planeta inocente
Milagro murciélago minero ciego hombre al revés
Todavía un niño de tierra liberado redimido
Libelo rinoceronte expresionista de lo clásico
Un molino nuevísimo moliendo el cuerpo santo de la poesía
Un monstruo con cabeza de árbol
Brazos de aguacero tórax de caballo
Piernas de hambriento flamenco rojo blanco y rojo
Cuello de poeta muerto pero eterno
Paria de madera que navega en el grifo amarillo horno de mujer
Mirada de mariposa ebria negra en totalidad
Existencia de menos 4 horas en Pisco Sour y ser de frágil y lúcido espanto
Caminata de una rueda de hueso o clavícula de hierro líquido
Vida playa paradoja
La poesía sin sangre
Bosques de ideas cuelgan hermosos cuerpos
La poesía que es maravilla imperfecta o
Sueño a la salida de la vida a la primera puerta de la muerte
Tan blanca como La teoría de la relatividad
Amor insustituible máquina de hacer paz
Para no ver un asesinato en la calle
Solamente ser un instante sagrado en secreto el corazón de La Antártica
Antorcha en vuelo sostenido alguna imagen abortada
Una brisa cortante subterránea y suave
Una destrucción justificada para empezar de nuevo
Como ente invisible aferrarme al inefable
Pasajero del amor tan crudo y verdadero
Una mirada inocente flexible acomodable en mí
También frágil e incompleto horizonte
En esta ciudad como en cualquier ciudad que jacta de grandeza
Habida pasada o por venir en los ingentes cubos discos díscolos
La poesía que siempre está oculta
Es habitante multiplicado en capital fauvista del herrero
La fruta de Tokio México New York Beijing París Sidney
Sao Paulo Frankfurt Londres Buenos Aires Montreal Barcelona y Zurich
Están regadas las ánimas de La Biblia
En corderos negros recorriendo a paso en tríptico
Los bellos murales de Los reyes rojos
Con espadas de sudor y agua clara entre lágrima y lápida en el lago Titicaca
Para poder jugar con mis amigos en una calle ancha e infinita
Tantas veces infinita mayores veces visitada
En óleo todavía siempre virgen la pinacoteca puente
Del Banco Central de Reserva de mi amado Perú transitando
Otra vez Lima en un podomóvil loco de corequenques inmortales
O dentro de un cóndor submarino galopando
Como salmón preñado a La serpiente de oro
Marca autóctono autónomo auténtico auquénido o Fórmula 1
Incansable a tajos y salivazos en la cara entre cataratas cañetanas
Abrazando a sonrisa la sombra que tiene patas de araña
Copulada y tragada por la luz indiferente
A su ternura negra culpable de corazón mineral
Esta mano tan robótica como cauda equina
Todos los días largo el reloj rogando sobrevivir y ver belleza
Despojada de un límite o Poema sin límites de velocidad
Al vacío incompleto para amar verso abstruso
Desnudo en el cráneo océano del Caballito de Totora
Ser primario nota prohibida el secreto de los secretos de Los Andes
Camino que da la vuelta al mundo está esperando
Una mirada guardada o Kachampa de Teodoro Valcárcel
Bajo alguna mastaba en telar o roca hecha nudo infinito
Caverna que sale y entra válvula policúspide en la montaña flor
Vida tan corta pasajera retornada y extraña
Como permanente desconocida
Edad de la Tierra espero no único planeta de la poesía
Atropello de dejar de existir perversión de morir
Galería del amor luz azul piel de mujer
Devoción o vaso de agua muerta resucitada en vida
Instrumento o vientre de madre que llena
El vacío espejo o símbolo de caos
Los cuentos de prosa patria dadaísmo por mi vida
Y no las filiales Prosas Apátridas de Julio Ramón Ribeyro
Alga inocente que crece del hidrógeno estancado
Estribaciones andinas que brotan sobre la arena frutal antonimia
Escupamos el amor guerra y nos embarramos amor paz paz amor
Labio a labios pausa hembra macho macho hembra o
Granizo sin polo comienzo cometa tornillo idea de fuego en juegos loco
Con mis amigos encontrar la poesía para jugar
A estar despiertos siempre vivos siempre
Alegres todo lo que se pueda
Cuerpo oscuro de átomos que comen luz blanca y quieta
Internamente somos microbios esperpentos arquitectónicos
Construyendo vagos y delicados objetos químicos
Por la ciudad que no es está invertida de mirada superrealista vasta
El cerro San Cristóbal del lapicero playa viva en la niña
Mis cínicas cinco pulgas como trompa de elefante América
En arco y lanza india al rescate de Atahualpa
Soporte de balcones y terrazas arqueológicas laberintos de poesía
Exactamente tallada en cuerdas rústicas
Piedra parida o amamantada en piedra
Una ínsula infinita de aire y existencia solar
Vivir un amor raudo con una mujer lo menos posible extranjera
Lo más posible en sueños de abierta primavera
Para amarrarla y ser primera flor sobre planeta inocente
Distante pero puro en mi ciudad natal o pueblo nuevo
Elijo mi libertad para jugar fútbol todos iguales
Con sangre y sin sangre en moto camión triciclo convertible bicicleta limosina
Tren avión patines camioneta helicóptero skate combi cohete o bus
En gran vereda que cae golpea cierra grita se eleva y explota y mata a veces
El tiempo en una tuerca o piñón de Lima sensible y frágil
Un basural en Caquetá y un edificio en lancha
Noche que intercambias una estrella por un plato vacío
Escultura perenne estática que llena los ojos ponzoñosos
El que recauda en vastas bolsas blancas el difunto
Las botellas chancadas ocupan menos espacio
Con un pie con una cosa abstracta
Aquella la que se bebió el agua que regala la vida
Un humilde igual de increíble existencia las flores de ozono
Los que tienen más de seis hijos que los libros no valen
Sino únicamente su peso en papel reciclar igual un poema lento
Que se traga su complejidad simplicidad maravilla
Que sobrevive sin balcón sin jardín ciudad
En La Punta más ligada al fardo vacío azul del Océano Pacífico
Sempiterno cuadro en fresco hábito y red de oro
De Fernando de Szyszlo para pescar el cielo plomo
El plomo del cielo imprimir y olvidar recordar
La no tan horrible Lima para despejar Lima la temible
Santa poesía líbrame de seguir destruyendo mi planeta vivo
El planeta vivirá el planeta recuerdo los que vendrán
Tortugas apiladas bacanales como montón de piedras cabañas tumbas
Vida espero irrepetible pesadilla
Estallaban en 20530 pedazos las chozas coches bancos
Cosas de juguetes tristes de los niños recaudando
Los estómagos de sus parientes y vecinos tan distantes
Hechos pedazos y la calle era el Perú
Y el Perú un camal que sacrificaba el oxígeno que a las justas bebíamos
De vez en ves cuando se materializaban los panes intangibles
Y a todo camino rezábamos separar un lugar tranquilo en el cielo
Aun sobre la vida incorrecta
Hacíamos largas colas para comer cabezas de pollo críptico
E iba al colegio y nada sabía de regresar a casa
Todo era despedirse fuerte llorar con todas las esperanzas a cuestas
Para que retornes completo y no me digan la mitad
Que mi madre no lo soportará
Para enterrarte sólo el fémur y calcular la libertad
Todo estaba incorrecto se sufría de ida y vuelta
De dentro para fuera y de afuera para adentro
Éramos los radares negativos y no como La piedra autocrítica
Pero yo he crecido mi sangre peruana se despierta
Ahora que hay algunos votos verdaderos
Todo puede ser diferente
En las calles solitarias de colores estará evidente Lima la fauvista
En la calle quisiera ser un niño y pasear tranquilamente
Por la tierra verde hojas jardines bosques selvas monte de madre
Amarilla sol eterno día entre flores fotosíntesis del pan
Marrón hombres puros vidas densas montañas columnas vertebrales
Rojo constelación de estrellas hijos dibujos o génesis
Genes que prometen la preservación de la vida
Gemas como puertas que amanecen siempre
Celeste charco laguna lago lluvia cuna y cañas dulces
Agua blanda diurna imperceptible hielo y
Miel Azul para otra clase de océano mar pulcro tierra toda santa
Para abrazar a mis amigos volar con ellos estas calles mágicas
Este cielo triste pero alegre como nosotros
Los sólidos danzantes de tijeras largas gordas y curvas frágiles
No en la calle futurista sino en la cama de una historia amada
Antigua y viva sobre el lomo de las mulas una cueva en Toquepala
Otra vez visitando con mi amigo César Tello
Avanzando en clave de canto y sinfonía etérea
Desde mi fálica Caral a la otra Machu Picchu
En barro piel ladrillo y pez de plata
Cíclica en La Procesión de La Papa
Con Gerardo Chávez en Chan Chan a la fruta disuelta una infusión
En escala blanca para tomar cultura todavía
Para escuchar La flor de la Canela enamorada de El plebeyo
Y no me arranches la cartera libro
Que no se me caigan los dientes como sombreros cariados en la sopa
Tu memoria que soy el mismo y tú mismo serena noche escalando
Un teatro en prohibición y polvo
Cuando vuelen mis museos favoritos
Mis parques ideales mis encuentros literarios y gritarán que venga
Mario Vargas Llosa José María Arguedas y Nicomedes Santa Cruz
A un voto solamente no al terrorismo que mata y retrocede para vulgar llorar
Gritar a los jugadores de los dados
No tan eternos como siempre más humanos como un poco
Para sobrevivir por la misma calle desierta
Como sortijas de sangre regalada sobre cabellos esponjados
Cuando alguien cae cuando alguien muere
Cuando ya no juega el siempre
Sino únicamente de vez en cuando
A diamante sobre cascarón maíz de piedra plana y hueca
Semejanza de otra utopía que se acuerden
De César Moro en nombre del amor y sus preferencias finas
Que no olviden a Enrique Verástegui ni a Víctor Humareda
Que se exponga la obra pictórica de Jorge Eduardo Eielson
Que se desentierre publique y humanice Felipe Huamán Poma de Ayala
Que sueñen con un santo (asalto) llamado poesía
Por parcela comprada regalada invadida o heredada
Que desaparezcan las barriadas y esteras
Que se construyan naves trenes represas edificios
Avenidas erguidas para que todos sepan matemáticas
Para que no se ausente la luz
Que hablen cuatro idiomas para que no sufran
Desesperado esperanto cuando tomen los exámenes
Que recorran nuevamente la tremenda galería en Pachacámac
Anastomosar caño mar y océano Lurín y Rimac el atollado hablador
Silencio cuando alguien lee cuando alguien grita
Y aquel escribe en la computadora natural como jugar
Para no ver un asesinato en la calle
Hay que ser monógamo polígamo o asumir responsabilidades
Y poder cantar en coro libre
El río de Javier Heraud
Como tú lo estableciste de María Emilia Cornejo
Madre de Carlos Oquendo de Amat
Para vivir mañana de Wáshington Delgado
Trilce de César Vallejo
Si me quitaran totalmente todo de Alejandro Romualdo
El Perú de Marco Martos
Tercer movimiento (affettuosso) de Antonio Cisneros
En los bosques de cervezas azules de Juan Cristóbal
Casa de cuervos de Blanca Varela
Epístola dialéctica de Juan Ojeda
Abolición de la muerte de Emilio Adolfo Westphalen
El guardián del hielo de José Watanabe
Cor cordium de Róger Santiváñez
Pastor de perros de Domingo de Ramos
La colisión de Pablo Guevara

Las armas molidas de Juan Ramírez Ruiz
Composición de hombre marrón
Roca hielo luz o polvo agua y oscuridad
Tan humanos como siempre
Para entender que el sol brilla que la cultura existe y es siempre
Que no quisiera ver
Cuando estando fríos los metales solos lloran
Cuando los peces fabricados en tierra se queman
O cuando las aves se ahogan a pedazos en la flor
Que más que rosa de Martín Adán es un girasol que persigue al sol
En ambas manos sueltas
Direcciones libres
El corazón de niño 





Salomón Valderrama (Chilia, 1979). Es autor de Amórfor (Paracaídas editores, 2007. Sol negro editores, 2008) y Facción de imperdido al arte (inédito). Ha publicado en Atril (Salamanca), Galerna (New Jersey), Aquilón (Mexicali, Baja California), Paralelo Sur (Barcelona), Arquitrave (Bogotá), Wayra (Uppsala,Suecia), Ciberayllu (Columbia), Letralia (Cagua, Venezuela), Periódico de poesía (UNAM), Telúrica y magnética (UNMSM) y LetrasS5 (Santiago de Chile). Antologado en Poesía Perú Siglo XXI (Fundación Centro Cultural Yacana, Lima, 2007), Nueva Poesía Hispanoamericana (Lord Byron ediciones, Madrid, 2008), 2+ No Antología No Contemporánea de los Poetas Amigos (EstaNoEsUnaPutaEditorial, Lima, 2008) y 6 voces de la última poesía peruana (revista mexicana La Nave, 2009). 

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